El fútbol comenzó su particular desescalada en medio de la pandemia por COVID-19, en la que cualquier descuido o rebrote en ese país llevará al mundo a la casilla de salida. Alemania ha sido la primera que se embarcó en esta aventura hacía lo desconocido, desafiando al coronavirus y abriendo la Bundesliga.
Los gritos de los jugadores y los entrenadores retumban en unos campos que lucen desnudos sus asientos; mientras que un banco de pruebas servirá a la Premier, LaLiga y la Serie A para dibujar su destino.
El reinicio de la Bundesliga es historia del deporte. La primera gran Liga que retó a la pandemia con el balón y su estricto protocolo tuvo su acto inaugural en el Signal Iduna Park, en donde se demostró al mundo del fútbol lo que viene: mascarillas, desinfectantes, entrevistas con el micrófono en pértigas, controles de temperaturas, megafonía, celebración sin contacto.
Evitar contagios y acabar las Ligas es la doble meta; y el «Revierderby» más insólito solo tuvo trazas de fútbol precoronavirus en el torrente ofensivo del Dortmund. Haaland, Brandt, Hazart y Guerreiro brillaron como en marzo.
El resto fueron saludos con los codos, limpieza de los balones, distancia en os bancos y mascarillas, rígidas normativas de entrada y salida; los jugadores ni se rozaron hasta que lucharon por el cuero en el césped.
En la batalla por la victoria, el Borussia Dortmund arrasó el Schalke 04. El derbi fue amarillo (4-0) y el BVB prolongó, 66 días tras del parón, su pulso con el Bayern.
Ahora están a un punto de un gigante bárbaro que tendrá que debatirse en Berlín ante el Unión.
El partido de la Bundesliga
Las cautelas duraron hasta el primer contacto, entonces, la normalidad volvió; una versión más cercana a la pretemporada: multitud de cambios, lesiones, fatiga extrema, poco ritmo y tensión en un estadio vacío.
Aytekin no tuvo problemas, no ha perdido el hambre estos dos últimos meses. El delantero noruego tardó 28 minutos en anotar el primer gol de la era «post-coronavirus» en la Bundesliga. Brandt puso gas a la jugada, Thorgan Hazard centró y el «9», al primer toque, la mandó a la red. Décimo gol en nuevo partidos con el Dormund en esta liga.
En tanto de Haaland dejó noqueado al Schalke. Todibo se lesionó y Guerreiro, antes del descanso y a pase de Brandt, firmó el 2-0.
Al Schalke le faltó oxígeno y el Dortmund voló. Un choque entre dos boxeadores en el que los «Mineros» no aguantaron ni un asalto, tras el primer golpe ya estaban K.O.
El tercer gol lo hizo Hazard: Sané pisó a Haaland, pero el noruego siguió y regaló el cuarto a Guerreiro, que completó el «póquer» amarillo con su doblete tras un lujo con el exterior.
El Schalke notó el confinamiento, mientras que el Dortmund jugó como si no hubiera pasado dos meses sin competir.