Tras el asesinato de su mejor amiga en un barrio de Medellín, la vida de Isabel Romero dio un giro de 180 grados.
Romero admitió en una entrevista hecha por la BBC que en su adolescencia estaba «en malos pasos». Esta situación la llevó a juntarse con miembros de pandillas en su barrio. Añadió también que la idea del dinero fácil la dejó convencer a su corta edad.
Sin embargo, el accidente que marcó su vida la hizo ver con claridad el oscuro mundo en el que estaba entrando. Su amiga Andrea fue decapitada mientras ella estaba jugando en la cancha del barrio.
Isabel había hecho planes de escaparse a una finca con unos amigos, sin embargo ese día la retaron a un partido de rugby. Como el premio era una buena cantidad de dinero, pospuso su escapada para jugar por la recompensa.