Una mujer de 23 años perdió a su bebé luego de que los médicos se negaran a practicarle una cesárea en Buenos Aires, Argentina.
Todo comenzó el pasado 14 de septiembre cuando Micaela Vilchez tuvo que ser internada porque estaba próxima a dar a luz.
El viernes 16 Micaela entró en la sala de parto. No obstante, tras una hora se dieron cuenta que el bebé era muy grande para ella. La mujer mide 1,49. En ese momento recomendaron hacer cesárea. No obstante, al llamar a otro doctor, este dijo que no, que mejor era un parto natural.
Siguieron en trabajos de parto, pero al no tener resultados positivos, las médicas volvieron a sugerir la cesárea a lo que el doctor volvió a negarse. La propia Micaela pidió el procedimiento debido al intenso dolor, pero no fue escuchada.
“Dos médicos se le subieron arriba de la panza”, le contó a TN el papá de Micaela, Guillermo.
LEA TAMBIÉN: EN FLORIDA | DETENIDO POLICÍA QUE VIOLÓ DOS VECES A UNA NIÑA DE 13 AÑOS TRAS CONTACTARLA POR LAS REDES
Tras cinco horas nació el bebé Joaquín, midiendo 50 centímetros. Micaela se percató al tenerlo en brazos que no lloraba con normalidad, sino pausado.
“Le dijeron que se quede tranquila, que iba a estar todo bien”, sostuvo Guillermo.
Para el día sábado le dijeron a Micaela que el bebé estaba inestable, que el oxígeno no le llegaba bien a su cerebro y que los pulmones no estaban funcionando de manera correcta.
Uno de los médicos que estaba atendiendo a Joaquín le sugirió que las complicaciones en el trabajo de parto pudieron perjudicar la salud del recién nacido. Después de una hora, le dieron la noticia a Micaela que su hijo había fallecido por un paro cardiorrespiratorio.
“Lo que hicieron no tiene nombre”, dijo el abuelo de Joaquín.
Ante lo ocurrido, la familia realizó una denuncia a las autoridades argentinas y se espera que se le realice una autopsia al bebé para determinar las causas exactas de la muerte.